De haberse hecho realidad la propuesta del Diputado cajemense Javier Lamarque Cano para que se aplicara un impuesto al uso de agua para la actividad agrícola que significaría 3,491 pesos por hectárea anuales, prácticamente hubiera sido un disparo certero para su desaparición, consideró Abel Castro Grijalva, presidente de Alianza Campesina del Noroeste.
Destacó que afortunadamente esa propuesta fue rechazada en el Congreso de la Unión y que el mismo Legislador decidió retirarla.
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