A la intemperie se tiene una sensación térmica de entre los 20 y 23 grados centígrados, una temperatura fresca para las mañanas de las y los mazatlecos.
El pretexto perfecto para ir en búsqueda de ese 'antojito' que termina por 'calentar corazones', así es como Karla Rojas asegura que llegan muchos de sus clientes a su puesto que se ha ganado la fama por ofrecer gorditas y atole de pinole en la Avenida Gutiérrez Nájera.
Apenas amanece, y Karla ya está despachando en la carreta que sirve a quien llega de 5:00 a 10:00 de la mañana y de 4:00 de la tarde a 10:00 de la noche en el negocio familiar que inició su suegra María Luisa Burgueño hace más de 50 años.
Es precisamente María Luisa, quien preserva la receta original esa que lleva los ingredientes habituales para la preparación de la bebida artesanal y la gordita, pero con un toque especial.
Para José Núñez quien se considera a sí mismo, cliente frecuente, las gorditas y el atole de pinole se han convertido en los elementos perfectos para arrancar el día.
Los expertos coinciden en que se trata de todo un tesoro gastronómico de México, al ser el pinole herencia de tiempos prehispánicos, recordando que su nombre proviene del nahualt pinoli, que significa harina de maíz, una leyenda culinaria que merece ser preservada hasta nuestros días.
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