El personal administrativo del Ayuntamiento de Mazatlán se tomó un descanso carnavalero este martes, el último día de la máxima fiesta del puerto.
Así lo dejaron ver las instalaciones del Palacio Municipal en el Centro de la ciudad que permanecieron cerradas en sus dos accesos, con cadenas y hasta con candados.
En el interior sólo resguardaban el edificio elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y algunos trabajadores de aseo y limpia, quedando cerradas al público también las oficinas de ingresos en el exterior.
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