Este año no hubo alta afluencia de clientes en negocios, ni tampoco saturadas las dulcerías, previo al festejo del Día del Niño, pues ahora la situación es diferente ante la pandemia por COVID-19. Los negocios permanecen cerrados, las escuelas sin alumnos y las celebraciones canceladas, con el objetivo de evitar contagios por coronavirus.
Este año los comerciantes, enfrentan un panorama triste, desolador y de incertidumbre ante la crisis que están enfrentando por las medidas implementadas para evitar los contagios del COVID-19.
Ahora los niños tendrán que permanecer en casa, realizando otras actividades y celebrando un Día del Niño distinto, sin sus compañeros de clase y en cuarentena al interior de sus hogares.
Sin duda un festejo atípico, donde únicamente compartirán con su propia familia éste día especial.
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