De acuerdo a las autoridades que hicieron la autopsia, el bebé sufrió un paro cardiaco debido al ritual y, además, entró a sus pulmones una gran cantidad de líquido.
Esto ocurrió en una iglesia ortodoxa al noroeste de Rumania. De acuerdo a la revista Proceso, el pequeño falleció tras haber sido sometido a un tradicional ritual de bautizo propio de su religión.
En este caso, los resultados arrojaron que el paro cardiaco fue por una mala practica al sumergir al agua al recién nacido y por esta razón la policía local iniciará una investigación por homicidio en contra del sacerdote que realizó el bautismo.
La polémica ha desatado una confrontación de visiones dentro de de la Iglesia ortodoxa rumana, pues mientras su vocero considera que el ritual podría cambiarse a que los sacerdotes mojen con agua bendita la frente de los bebés (similar a lo que ocurre en la Iglesia católica), el ala radical asegura que éste nunca cambiará.
Además, se desató una fuerte indignación entre la población y una ola de críticas azotó la Iglesia ortodoxa en Rumania, a quien exigen modificar su forma de realizar el bautismo.
Incluso hay una petición en línea para exigir ese cambio, la cual acumula más de 56 mil firmas.
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