El sector restaurantero está padeciendo los embates de la inflación y ya está al límite de su capacidad en cuanto a la pérdida de la rentabilidad operativa, es decir que la mayoría de los empresarios del giro restaurantero ya no puede soportar seguir absorbiendo el incremento de los insumos y los productos alimenticios.
En esto momento se estima que se ha reducido por lo menos en un 30 por ciento las ganancias en los platillos que se ofrecen, generado por los incrementos en el pollo, huevo, tortillas, frutas y verduras, así como en la mayoría de los productos que se utilizan para la preparación de alimentos.
Aunque no es la primera opción que quisieran tener, los empresarios reconocen que de continuar el alza en los productos, no tendrán otra opción que ajustar precios en sus menús.