El uso de hongos micorrízicos arbusculares (HMA) en la agricultura representa una herramienta de gran valor, especialmente para los productores temporaleros que carecen de acceso regular a fertilizantes y sistemas de riego. Así lo afirmó el doctor Azareel Angulo Castro, especialista en Suelos y Agua de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), al destacar los múltiples beneficios que estos organismos del suelo aportan a los cultivos.
Los HMA establecen una simbiosis con las raíces de la mayoría de las plantas, lo que les permite acceder a nutrientes poco disponibles o de escasa movilidad en el suelo, como el fósforo, el agua o el potasio. A cambio, la planta proporciona al hongo los azúcares generados mediante la fotosíntesis. “Los hongos son organismos heterótrofos que no pueden fabricar sus propios alimentos, por eso dependen de las plantas para sobrevivir”, explicó el especialista.

Angulo Castro detalló que estas asociaciones micorrízicas permiten a las plantas explorar un volumen mayor de suelo mediante las hifas del hongo, estructuras filamentosas similares a cabellos finos que actúan como una extensión de la raíz. Esta capacidad es crucial para cultivos en suelos pobres, profundos o en condiciones de estrés, como los que se siembran en zonas serranas sin riego.
“En casos de estrés, como falta de agua, nutrientes o presencia de patógenos, la planta libera biomoléculas por la raíz que son detectadas por el hongo, y es ahí donde inicia la simbiosis”, indicó el doctor Angulo. Aclaró que aunque su uso es más necesario en cultivos sometidos a condiciones adversas, también puede aplicarse en agricultura intensiva para hacer más eficiente el uso del agua y fertilizantes.
En el caso del maíz, señaló que lo ideal es que la semilla ya venga inoculada, es decir, impregnada con esporas del hongo, para que al germinar pueda formar la asociación de inmediato. Existen varias marcas comerciales de estos inoculantes, y el INIFAP incluso ofrece una opción económica, con precios que oscilan entre los 500 y 1,000 pesos por kilo.

Respecto a las desventajas, el académico fue claro: “No hay ninguna. Tal vez el trabajo adicional de inocular la planta, pero los beneficios superan por mucho el esfuerzo, ya que se obtienen cultivos más resilientes y sostenibles”.
Finalmente, Angulo Castro hizo un llamado a regresar a prácticas agrícolas más naturales y conscientes, recordando que los HMA son tan antiguos que incluso se les atribuye un papel clave en la colonización terrestre por parte de las plantas. “Debemos estar en contubernio con los microorganismos benéficos del suelo, como estos hongos. Es un paso hacia una agricultura más sana y amigable con el medio ambiente”, concluyó.