El Día nacional del bombero, no es solamente una celebración más, sino que es una fecha que debe festejarse todos los días; pues la heroica labor de los bomberos voluntarios que realizan labores de auxilio y rescate en situaciones de emergencia es una acción digna de reconocerse, pues difícilmente alguien pone en riesgo su vida, para salvar la de otras personas.
Los bomberos con personas, que tienen y viven con esa vocación de servicio, arriesgan todo y ponen su mayor esfuerzo para salvar a cualquier ciudadano de una situación de emergencia.
Viven y disfrutan al máximo su labor de auxilio y rescate, todos los días, pues siempre están ahí cuando más se necesitan.
Los bomberos son ciudadanos como usted y como yo, pero que se preparan, se capacitan y corren altos riesgos, en el ejercicio de su labor, que además es voluntaria, pues no reciben remuneración alguna por su trabajo.
Son personas con características elementales de gran sentido humano y de solidaridad, que no distinguen clases sociales, ni razas, ni cuestiones ideológicas, ellos auxilian y rescatan a quienes lo necesitan.
Saben hacer sus labores con alto grado de profesionalismo y las realizan, con amor, pasión, entrega y alto grado de humanidad.
Por esas razones y más este 22 de agosto va nuestro reconocimiento a esa heroica corporación.
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