Una caja refrigeradora con 157 cadáveres identificados, pero no reclamados, fue sacada del Instituto de Ciencias Forenses de Tlaquepaque el 1 de septiembre y llevada a una bodega de la colonia La Duraznera, en el mismo municipio.
Bodega, que, al no contar con permisos, fue visitada por personal de Obra Pública Municipal quienes descubrieron que ahí se encontraba la caja refrigeradora con los cuerpos
El contenedor refrigerante fue trasladado a la Fiscalía del estado, en Guadalajara. Sin embargo, por sus dimensiones no se pudo quedar ahí.
Intentaron después llevarlo a una bodega de la empresa a la que le rentaron la caja congelante, pero en el trayecto, el vehículo quedó atascado a raíz de la lluvia que cayó esa tarde, justo a un costado del fraccionamiento Paseos del Valle, en Tlajomulco.
Los vecinos empezaron a reportar a través de las redes sociales la presencia de la caja y a quejarse por los fuertes olores que se desprendían; el sábado, fue llevada a una bodega de la zona industrial de Guadalajara.
“No hay espacio, se contrataron cajas de refrigeración para poner los cuerpos. Y paralelamente se está haciendo un cementerio para posteriormente guardar estos cuerpos”, dijo Roberto López Lara, secretario general de Gobierno.
El Director del Instituto de Ciencias Forenses se deslindó de los hechos.
“Una vez que practicamos la autopsia dejan de ser de nuestra responsabilidad. Se han tenido ahí en el instituto tradicionalmente porque la Fiscalía no tiene refrigeradores”, añadió Luis Octavio Cotero, director del Instituto de Ciencias Forenses de Jalisco.
Por la tarde, el Gobernador Aristóteles Sandoval lo destituyó.
“Es claro que hubo omisiones graves que deben ser sancionadas. Es evidente que alteraron el protocolo sin dar aviso a sus superiores. Me comprometo a resarcir este episodio. No voy a tolerar tratos deshumanizadores ni alteraciones a los protocolos”, subrayó Aristóteles Sandoval, gobernador de Jalisco.
