Mucho se ha especulado sobre las posibles afectaciones que puede tener el cuerpo humano que se expone de manera cotidiana a la radiación proveniente de las antenas de telefonía celular, que están dispersas en zonas urbanas y que muchas de ellas incluso fueron construídas en patios de viviendas particulares.
A la fecha no existe una información o una investigación donde realmente se dé a conocer que tipo de daños pueden registrar las personas que habitan en las cercanías de estas torres de telefonía, sin embargo se trata de equipamiento necesario para mantener la comunicación de la ciudadanía a través del teléfono móvil que se ha vuelto un instrumento indispensable en nuestras vidas.
Años atrás cuando se inició su instalación hubo resistencia de algunos grupos de vecinos que se oponían a su construcción, sin embargo las empresas idearon formas mas sutiles como semejar que eran árboles o palmeras para que no fueran rechazadas por los grupos ambientalistas.
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