El 1 de noviembre es el Día de Todos los Santos, una festividad religiosa tradicional que se celebra en México y muchos países por los feligreses católicos.
Muy concurridos estuvieron todos los cementerios, de personas que acudieron a visitar a los angelitos en su Día, pues consideran que es importante que ellos permanezcan en sus recuerdos.
En este día muchas personas acostumbran ir a los cementerios a visitar las tumbas de los seres queridos han pasado a mejor vida; según la religión católica en el Día de todos los Santos, los difuntos han pasado el purgatorio y gozan de la vida eterna.
Este día es aprovechado para honrar y recordar a los pequeños que han trascendido a la vida espiritual.
Además muchos ciudadanos, aprovechan este día, para avanzar en sus labores de limpieza de las tumbas de sus fieles difuntos, que este 2 de noviembre son recordados, durante “El Día de Muertos” y venerados con ofrendas florales, velas, misas y hasta fiestas.
En las tumbas de los pequeños se pudieron observar muchos adornos, globos, juguetes, peluches y una diversidad de artículos que en vida eran los predilectos de los pequeños.
Antonio Mendoza, a su corta edad, este primero de noviembre aprovechó para visitar la tumba de su papá, pues su mamá le ha inculcado que en días como hoy es importante recordar a sus fieles difuntos y convivir espiritualmente con ellos, por lo que aprovechó para mandarle un mensaje hasta el cielo.
Aunque es una fecha que despierta emociones encontradas como la tristeza y la alegría, pero todos esos recuerdos llevan el sentimiento elemental del amor, que en vida les dieron a sus fieles difuntos.
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