En la zona del lago Saltón, California, donde empieza la
falla de San Andrés y donde, según sismólogos, podría producirse un
catastrófico terremoto, ha sido detectado un fenómeno que representa una
amenaza para la infraestructura cercana.
Se trata de un géiser lleno de agua, lodo y dióxido de
carbono que existe desde la década de los 1950, pero que empezó a desplazarse
hace varios años, aumentando en los últimos meses la velocidad de su
movimiento, reporta The Los Angeles Times.
Especialistas indican que el desplazamiento de los géiseres de lodo no es un algo inédito, aunque sí lento para notarse. En el caso de esta fuente, los oficiales del condado de Imperial determinaron que mientras antes se movió 18 metros en varios meses, ahora se desplaza esa distancia en un solo día. En total, se calcula que el géiser, que genera un fuerte olor a huevos podridos, se ha movido más de 780 metros desde el lugar donde estuvo hace una década.
Sismólogos indican que ese movimiento no tiene carácter
sísmico y que probablemente no sería precursor de un gran terremoto, pero si
será un lento desastre que irá en cadena.
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