La Alianza para el Desarrollo y Competitividad de las Empresas (Adecem), se pronunció en contra de la iniciativa fiscal del partido Morena en cuanto a incrementar las retenciones, ya que ello pondría en peligro de extinción a las micros y pequeñas empresas y en serios aprietos de liquidez a las medianas, que en conjunto, son el corazón del crecimiento económico de México y una fuente de ingresos legítima para más de 30 millones de trabajadores.
Precisó que dicha propuesta fue presentada por el diputado federal de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, en el sentido de aumentar las retenciones fiscales de un 10 por ciento de Impuesto al Valor Agregado (IVA) y de un 8 por ciento de los ingresos totales de Impuesto Sobre la Renta (ISR) a las empresas y personas con actividad empresarial.
El argumento que se esgrime, observó, es que se busca combatir a las “empresas fantasmas” y la emisión de facturas falsas utilizadas para evadir el pago de impuestos.
Lamentablemente, observó, Ramírez Cuellar y compañía están considerando que se retenga el 8 por ciento de los ingresos, lo que quiere decir que si se habla de 100 mil pesos, serían 8 mil pesos de retención como anticipo del ISR (Impuesto Sobre la Renta), lo cual supone de entrada que se tiene un 24 por ciento como mínimo de utilidad sobre los ingresos.
Pero, observó, esa percepción contrasta con la realidad, “pues hoy día si algo tenemos claro los organismos empresariales es que no hay muchas actividades que te aguanten una utilidad del 24 por ciento”.
Para ilustrar la realidad que se vive en el país, puso como ejemplo el caso de un pequeño restaurante bien administrado, el cual deja una utilidad máxima de entre 12 y 15 por ciento.
“Ahora bien, ellos dicen que se va a retener el 10 por ciento de IVA (Impuesto al Valor Agregado) y está más grave el tema ahí, porque significa que ellos estiman que en materia de IVA tendríamos que hablar de una utilidad como del 60 por ciento, porque si a 16 mil pesos de IVA vas retener 10 mil pesos, pues es una aberración porque realmente estás hablando de una utilidad del 60 por ciento que es la inversión que se haría para efecto de la adquisición de mercancías compraventa”.
Es decir, puntualizó Julio César Silvas, tal medida afectaría de forma directa la cuestión financiera de las empresas con menores ingresos que, en el caso de Sinaloa, el 89.2 por ciento del total de las mismas no rebasan los dos millones de pesos al año.
La situación pinta alarmante, lamentó, porque los legisladores de Morena estiman que realmente se va a hacer una inversión de 35 mil pesos en la mercancía y por lo tanto no se va a tener tanto IVA acreditable, y por eso se tiene que pagar un 10 por ciento como retención.
“Aquí tenemos dos cosas graves, la primera es que vas a traer saldo a favor de IVA porque no hay ninguna actividad que de 16 mil pesos se vayan a pagar 10 mil pesos, salvo la actividad profesional, arrendamiento quizás, de ahí para allá la actividad empresarial no creo que exista algo que diga invierte 35 mil pesos para que vendas 100 mil, pues es una cuestión demasiado ilógica.
“Y tenemos el problema también de la proporción de 26 mil pesos de utilidad sobre 100 mil pesos. ¿Quisiéramos saber qué empresa los maneja? y se van a tener dos problemas; un saldo a favor de ISR y otro a favor del IVA”.
Silvas Inzunza agregó que la iniciativa establece que en los casos de saldo a fvor se puede pedir devolución y en máximo 20 días se hará esa devolución.
“Pero en los hechos hoy día el SAT busca la manera de negar una devolución, por cualquier detalle la niega. Es raro la persona a la que le están dando devolución ahorita y menos si se habla de cantidades mensuales.
“Si en la devolución anual un empresario se las ve negras para obtener la devolución a que tiene derecho, pues mensuales sería aún más complicado estar solicitando la devolución del IVA”.
Si el tema de fondo son las empresas que venden facturas, cuestionó Silvas Inzunza, “creemos que no puedes llevarte de la cola a todo el sector empresarial por las empresas factureras, pues hoy día el SAT tiene toda la infraestructura para hacer una fiscalización eficiente. Es importante ponerse a trabajar en ese sentido y dejar trabajar al empresario”.
