Está comprobado que mantenerse cerca de los espacios azules como playas, puertos, lagos o ríos, mejora la salud física, mental y emocional, lo que explica la tranquilidad y paz que sienten las personas cuando están llegando a una zona marítima.
Investigadores de la Universidad de Exeter, en Inglaterra, han anunciado oficialmente que vivir cerca del mar evita la depresión ya que es un "importante recurso de salud pública".
Luego de entrevistar a mil personas, el médico Jo Garrett llegó a la conclusión de que los beneficios de habitar cerca del agua desaparecen de golpe cuando alguien debe mudarse a las grandes ciudades.
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