Con un sombrero de arlequín sobre su cabeza, Miguel Ángel Guerra Velázquez permanece a sol y sombra, junto a su esposa y demás familiares para realizar la actividad que le fue enseñada desde tres generaciones atrás, pues asegura que el comercio ambulante es un oficio que lleva en la sangre.
Hace 10 años ya que acompaña desde la Ciudad de México a la caravana de vendedores ambulantes que viaja vía autobús para ser parte del Carnaval Internacional de Mazatlán, y en esta edición 2019, no fue la excepción.
Pelucas, espadas, gorro, máscaras de personajes, coronas forman parte de los productos que ofrece a quienes se disponen a disfrutar la máxima fiesta del puerto y particularmente de los desfiles, con atención personalizada a locales, a turistas nacionales y también a extranjeros.
Para Miguel Ángel y los suyos, cada Carnaval supone un ingreso a sus hogares, pero también la oportunidad de viajar a una ciudad que asegura es recomendable regresar, pues ha podido conocer los atractivos turísticos y la variedad gastronómica que aquí se dispone.
Sostiene que al cierre de la fiesta este año, ha quedado con un buen sabor de boca, pues además de que concuerda con la temática elegida de Equinoccio, El Renacer de Los Sentidos, como una oportunidad de renovarse, ha podido estar en contacto con lo que considera más valioso en medio de la tradición, el calor de los mazatlecos.
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