La biobarda que fue instalada a principios de junio y que ubicó una vez más a Mazatlán en el mapa de las acciones ecológicas en el país, replicando un esquema impulsado internacionalmente por Guatemala, ha cumplido con su labor, pero ahora requiere de la ayuda ciudadana.
Tras las lluvias registradas el miércoles en el puerto, la barrera ecológica del puente Juárez hecha a base de material reciclado logró detener más de una tonelada de basura evitando que llegara al mar, entre envases plásticos, restos de árboles, palmeras, ropa, zapatos y hasta electrodomésticos, que necesitan ser retirados con urgencia para evirtar que con la elevación de la marea y las próximas lluvias se desborde, informó la impulsora del proyecto, Sofía Trejo Lemus.
Pendiente del progreso de la biobarda, que fue repuesta hace unas semanas tras haber sido robada una parte de ella, la Directora de Ecología Municipal, Lourdes San Juan Gallardo agradeció el apoyo de la algunos mazatlecos que se han interesado en colaborar, entre ellos el Obeeservatorio Ciudadano, la CANAINPESCA, la dirección de Servicios Públicos Municipales, Jumapam, sin embargo señaló que se necesita de más ayuda.
Reconoció que en redes sociales la reacción es inmediata y masiva, sin embargo en la realidad son pocos los voluntarios que se acercan con la intención de colaborar.
Actualmente la biobarda se encuentra monitoreada por la propia impulsora Sofía Trejo Lemus, por la Dirección de Ecología y por Javier Acosta pescador que diariamente retira los desechos con su panga, incluso colocándose sobre el techo de basura que se ha creado a partir de la acumulación, esperando más manos que se solidaricen con la causa.
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