La biobarda ubicada a la altura del Puente Juárez en la boca del Estero del Infiernillo resistió más de tres lluvias desde su instalación a principios del mes de junio, pero ante los remanentes de 'Ivo', no soportó más.
Uno de los extremos se soltó tras las lluvias registradas la madrugada de este jueves en Mazatlán, ante el cúmulo de basura que intentaba detener.
Los restos de envases plásticos, de corchos, calzado, ropa, enseres domésticos y hasta sillones quedaron flotando, siendo llevados al canal de navegación ante los ojos de pescadores de la zona.
Jaime Beltrán, otro de los hombres de mar que resguardan sus embarcaciones en el área dijo que el acopio de desechos de la biobarda debe servir para que toda la población haga consciencia sobre la producción de basura que genera Mazatlán, lo que provoca el tirarla a las calles o bien buscar alternativas para disminuir el uso de envases plásticos en la vida diaria.
En el mismo cuerpo de agua, justo junto a la biobarda era perceptible una fuga de agua negras que se generó a partir de una alcantarilla sobre la Avenida Gabriel Leyva, personal de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado acudió al lugar a verificar la situación, mientras miles de litros de drenaje paraban en el estero.
Luego de algunas horas, la impulsora del proyecto Sofía Trejo Lemus, informó a través de sus redes sociales que la biobarda había quedado reparada, reforzándola en tres lugares con apoyo de pescadores y transéuntes, quedando la biobarda una vez más en pie.
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