Huevo, levadura, azúcar, leche, rayadura de naranja, mantequilla, ate y escondido el afamado 'muñeco' que simboliza al Niño Jesús, son parte de los ingredientes necesarios para elaborar la deliciosa tradición importada de España que más ha prevalecido en México.
Aunque con adaptaciones por parte de cada panadero, la Rosca de Reyes permanece en nuestros días como motivo de unión para compartir en familia o amigos y celebrar el Día de Reyes este 6 de enero.
Para muchos de los mazatlecos como Sergio Humberto Osuna Ramos, el recordar cada año el pasaje bíblico de la Epifanía, es decir, cuando Melchor, Gaspar y Baltazar, encuentran a Jesús bebé en el pesebre junto a sus padres y le llevan presentes, debiera ir más allá de partir la rosca y acordar la puesta de los tamales para el 2 de febrero Día de la Candelaria a quienes fueron afortunados con el muñequito.
Siendo sobre todo, una oportunidad a la reflexión.
En Grupo Amistad como centro de rehabilitación ha buscado durante 30 años llevar a la práctica este precepto, pero desde la preparación de las roscas en manos de sus propios internos, a quienes se les ha capacitado para autoemplearse y ofrecer un producto de calidad que será degustado en los hogares de Mazatlán.
Este año, Osuna Ramos sostiene que la demanda ha ido en aumento, logrando con la venta de las roscas apoyarse en las necesidades más apremiantes de la agrupación con sede en La Foresta, siendo una forma de apoyarles aplicando el verdadero significado de esta época, el de compartir felicidad.
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