En muchos lugares en el mundo por el mes de febrero más frecuentemente se da la celebración de las fiestas de Carnaval, mencionemos los más famosos por excelencia al de Río de janeiro en Brasil con sus extraordinarios carros alegóricos, fastuosos trajes y belleza en hombres y mujeres. O viajando al otro lado del mundo en Italia el carnaval de Venecia con su tradicional vestimenta de comedia del arte como arlequines y ropajes del siglo XVIII y máscaras que denotan misterio. Hagamos también alusión a los ocurridos en México como el de Mazatlán, que desde 1898 llena las calles del puerto con música al son de "la tambora" y sus carros alegóricos ocupados por reinas de belleza considerado el tercero en importancia a nivel mundial. Vayámonos a Veracruz donde se reconoce a su gente por la alegría que transmiten, también el uso de máscaras y el danzón que le da el toque de distinción.
Dirijamos la brújula a un lugar más cercano a nuestro municipio a tan solo un aproximado de 130 kilómetros de Ciudad Obregón se vive el Carnaval del puerto de Guaymas que lleva más de un siglo de realizarse con la algarabía que caracteriza a este evento donde antes del uso de máscaras lo más común era untar harina en el rostro para evitar ser reconocidos. Incluyamos también al municipio de Puerto Peñasco, este rinconcito en el Golfo de California donde a pesar de su joven constitución se vuelve un referente turístico y por supuesto un lugar donde también se hace la quema del "mal humor".
Los carnavales inician un jueves y tradicionalmente acaban en martes, tienen lugar inmediatamente antes del inicio de la cuaresma, que se da un miércoles de ceniza. Indaguemos un poco más para conocer su origen.
Se trata de una tradición cristiana que representa 40 días, el tiempo que pasó Jesús vagando por el desierto y que preceden a la Semana Santa, se caracteriza por promover ayuno, abstinencia, oración y examen de conciencia para quienes quieran purgar sus pecados. Según mencionan libros de historia el antecedente del uso de las cenizas en esta tradición es con los judíos quienes las consideraban símbolo de la fugacidad de la vida y el arrepentimiento de los pecados, se cubrían el cuerpo con ceniza para demostrar acercarse a Dios, esta costumbre fue adoptada por los cristianos. Actualmente se impone una cruz de ceniza en la frente mientras se pronuncia: "Polvo eres y en polvo te convertirás" y "Conviértete y cree en el evangelio", donde este acto es considerado por la Iglesia como un signo sagrado. La ceniza con la que se lleva a cabo el ritual se obtiene de la quema de las palmas del último Domingo de Ramos, acto que también guarda un gran simbolismo en la tradición.
Con el miércoles de ceniza, en la tradición, se daba inicio a las normas que como buenos cristianos debían cumplir y mostrar arrepentimiento como un intento para acercarse a Dios, entre ellas el no comer carne y el ayuno para acceder al Cielo y la eternidad. Las fiestas de carnaval preceden a este día, justo por su significado del latín "carnelevare" que significa "quitar la carne", fiestas derivadas de las costumbres romanas que duraban días con grandes banquetes y estaban permitidos todo tipo de excesos, razón por la cual se consideraban por los cristianos como paganas, donde por allá del siglo V era como un apelativo vulgar para indicar a adoradores de otros dioses.
Hoy en día el término de los carnavales y el inicio de la cuaresma es una transición que combina la alegría, la celebración y contraste del carnaval con la solemnidad que acompaña al Miércoles de Ceniza donde comienza la purificación de las almas.
Notas de Interés:
