Él es el padre Anibal Lauterio Valdéz, párroco de la Parroquia de Guadalupe donde desde este lunes inició en la esquina de la calle Galeana y Durango lo que él nombró como un Centro de Intercambio de Amor y Solidaridad para apoyar con alimento a quien lo requiera durante la contingencia por el covid 19. Proceso en el que muchas personas han sido enviadas a casa con un salario mínimo pero otras ni eso, aunado a quienes viven al día y no tienen qué comer.
Para garantizar que no se haga mal uso del producto entregado, todos cuentan con una leyenda que indica que es un donativo no se vende. Cabe señalar que dicha labor fue iniciativa de Perso Arana y un grupo de artistas de la localidad quienes se coordinaron con el sacerdote Anibal Lauterio Valdéz.
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