Comúnmente se reprocha a las mujeres que viven violencia, acerca del por qué siguen en relaciones que no las hacen felices y las lastiman, es por ello que el Consejo Estatal para la Prevención y Atención de la Violencia Familiar, compartió información y explica lo que comúnmente se conoce como la codependencia que existe entre las parejas, o el agresor y la víctima.
El “síndrome de adaptación paradójica”, es el cómo las mujeres, víctimas de violencia de género, desarrollan un vínculo con la persona que las agrede, en el cual la víctima llega a asumir excusas hechas por el agresor tras cada episodio violento, aceptando sus arrepentimientos y disculpas, retirando así denuncias ante las autoridades. Gricelda Aguilar Espinoza, Coordinadora de la línea de emergencia de CEPAVIF, señaló que todo lleva un proceso para naturalizar la violencia, convirtiéndolo en un círculo, que se repite una y otra vez.
Esto puede ser catalogado en fases, la primera de ellas es la “Tensión”, en la que se van acumulando los conflictos, hasta llegar a la 2da. fase de la “Explosión” que se manifiesta en el episodio violento para después llegar a la 3ra. fase de la “Reconciliación” donde el agresor se comporta amable, responsabiliza y hace creer a la víctima que ella lo provocó, pero que va a cambiar y que no volverá a pasar.
Las razones más comunes por las cuales permanecen en ese círculo es porque vivieron algo similar en su familia, desean tener a alguien que las quiera, aunque el trato no es el mejor y no cuentan con apoyo familiar externo. Para evitar crezcan las agresiones es necesario pedir ayuda, la cual puede ser a un amigo cercano o llamar al 911 para que se te indique las acciones a tomar en conjunto con las autoridades.
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