Una madre ha contado su terror en el aire después de que su hija adolescente se desmayara y sufriera una reacción alérgica a 30,000 pies en un vuelo de British Airways, cuando un pasajero abrió un paquete de maní a bordo.
Joanna Jones, de 39 años, volaba a Londres desde Antigua cuando su hija Poppy, de 14 años, necesitó oxígeno y dos inyecciones de EpiPen durante el vuelo de ocho horas de pesadilla después de sufrir una reacción severa a las nueces.
A medida que la condición de Poppy empeoraba, una enfermera se apresuró a ayudar, mientras que el capitán consideraba realizar un aterrizaje de emergencia.
Girl, 14, with nut allergy nearly died on flight after passenger 'refused to stop eating peanuts' https://t.co/TfZNVjSu0j
— Daily Mail U.K. (@DailyMailUK) June 6, 2022
Finalmente, el piloto aterrizó el avión de forma segura en Gatwick y Poppy fue trasladada de urgencia al hospital.
En declaraciones exclusivas a MailOnline, Joanna dijo: "Fue una pesadilla para todos nosotros y realmente pensé que podría morir".
Fue realmente aterrador y todo se debió a un pasajero que siguió comiendo nueces a pesar de al menos dos anuncios de que no lo hiciera.
“Cuando abordamos, la tripulación pidió a los pasajeros que no comieran maní porque mi hija tiene alergia, pero cuando despegamos vi a un hombre alrededor de diez filas al frente comiendo nueces.
Foto: Daily Mail
Joanna Jones (derecha), de 39 años, dijo que temía lo peor cuando su hija Poppy (izquierda), de 14 años, sufrió una reacción alérgica grave durante un vuelo transatlántico de Londres a Antigua.
"Estaba preocupado y pregunté si podíamos movernos, pero no había disponibilidad y la tripulación le pidió que dejara de comer nueces, pero él ignoró las solicitudes y continuó".
Mientras estaba sobre el Atlántico y tres horas antes de Gatwick, Poppy repentinamente sufrió anafilaxia y se salvó después de que Joanna le dio dos inyecciones de Epipens que tenía con ella.
Las inyecciones contienen epinefrina, que es un medicamento que salva vidas y se administra cuando alguien sufre una reacción alérgica grave.
La tripulación de cabina, desesperada, pidió un "médico a bordo" y una enfermera se adelantó y ayudó a estabilizar a Poppy con una máscara de oxígeno a bordo en un botiquín médico de emergencia.
Los médicos también fueron alertados a través de un centro de llamadas de emergencia en Arizona que transmitió instrucciones al capitán y la tripulación.
Joanna, de Tooting, al sur de Londres, dijo: 'Fue tan aterrador. El piloto declaró emergencia médica y en un momento se planteó realizar un aterrizaje de emergencia pero finalmente decidió continuar hasta Gatwick.
“La enfermera que estaba a bordo y respondió a una llamada nos ayudó y controló la presión arterial de Poppy con un monitor, pero incluso eso no funcionaba correctamente.
“Cuando aterrizamos, una ambulancia nos recibió y nos llevó directamente al hospital donde pasamos el resto del día hasta que Poppy estuvo lo suficientemente bien como para ser dada de alta.
'Fue una experiencia horrible y todo podría haberse evitado si este hombre hubiera escuchado los anuncios y no hubiera comido nueces.
“La gente parece pensar que esto no es un problema grave, pero lo es y las aerolíneas deberían hacer más, deberían prohibir que las personas coman nueces a bordo de un avión si alguien es alérgico a ellas”.
“Todo lo que la tripulación pudo hacer fue pedirle que dejara de comerlos, pero él no quiso, continuó y simplemente no parecía importarle que estuviera poniendo en riesgo la vida de mi hija”.
"Habíamos pedido cambiar la sección de la cabina, pero la tripulación no pudo hacerlo y cuando tuvo anafilaxia fue horrible: había tenido ataques antes, pero nunca en un avión y eso es lo que lo hizo aún más aterrador".
Joanna, una cuidadora que había estado de vacaciones con su madre y otros dos niños, agregó: "Fue nuestro primer descanso real después del encierro y las vacaciones estuvieron bien, solo el viaje de regreso fue una pesadilla".
"Honestamente, pensé que iba a morir y ahora me disuade de volar en el futuro porque simplemente no puedo correr el riesgo de nuevo".
"Poppy y yo sentimos que lo mejor para los demás es que la gente sepa lo que puede pasar y esperamos un cambio en la legislación para prohibir completamente las nueces a bordo de los vuelos y que haya consecuencias para aquellos que ignoren esto".
Un portavoz de British Airways dijo: “La seguridad y el bienestar de nuestros clientes es siempre nuestra prioridad y nos tomamos muy en serio el tema de los alérgenos.
"Nuestra tripulación atendió a un cliente que parecía sufrir una reacción alérgica a bordo y dispuso que los paramédicos se encontraran con el avión".
Agregaron que no hubo problemas con ninguno de los equipos a bordo y que la tripulación había seguido todos los procedimientos y había hecho anuncios pidiendo a los pasajeros que no comieran nueces durante el vuelo debido a la condición de Poppy.
En 2016, la estudiante Natasha Ednan-Laperouse, de 15 años, de Fulham, al suroeste de Londres, murió después de una reacción alérgica a un sándwich Pret a Manger mientras volaba a Niza de vacaciones.
Se derrumbó después de comer una baguette de alcachofas, aceitunas y tapenade que había comprado en Heathrow, que contenía sésamo al que demostró ser alérgico y que no estaba marcado en los ingredientes.
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