A muchas personas les gusta la flor de girasol por sus colores tan intensos.
Se le conoce de varios nombres como la flor del sol porque va girando dandole la cara al sol, así como maíz de Texas, gigantón, lampote y polocote.
Se dice que los girasoles es una planta domesticada de la familia de las asteráceas (Asteraceae) es una de las más diversas: tiene de 950 a 1,450 géneros y de 20 mil a 30 mil especies distribuidas ampliamente.
En México habitan cerca de 350 géneros y 3,080 especies nativas.
El nombre del girasol viene de la propiedad que tiene de girar hacia el Sol para captar mejor su luz (heliotropismo).
Entre los nahuas se conoce como chimalatl o chimalxóchitl, donde chimatl significa escudo y xóchitl, flor.
Los otomíes de Hidalgo lo llaman yendri, mientras que en Guerrero se conoce como quisnaniquitonale, xaricamata en Michoacán y sunchín en lengua pame.
La altura de la planta de girasol puede variar desde un metros hasta los 3, las cabezuelas están compuestas de numerosas flores sésiles dispuestas en un disco o copa y protegidas por brácteas. Las flores exteriores son amarillas, mientras que las internas son cafés.
A veces al girasol se le considera y trata como maleza pero cumplen una función importante: su habilidad para crecer en todo tipo de ambientes y su resistencia a la sequía les permite invadir sitios degradados, donde detienen el suelo. Asimismo, como producen mucho néctar, atraen a cuantiosos polinizadores.
La flor de girasol puede usarse de manera ornamental o como forraje, de la semilla pueden surgir la harina, el aceite, jabones, cosméticos, detergentes e incluso, en algunos países, como combustible.
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