Los hermanos Gonzalez Villarreal, que habían sido sentenciados a muerte en Malasia acusados del delito de narcotráfico, tras obtener el perdón del Sultan de Johor, hoy, después de 11 años presos, están de nuevo con su familia en Culiacán.
José Regino, señala que a pesar de los difícil que es traer en la mente una sentencia de muerte, nunca perdieron la fe y eso fue lo que los mantuvo unidos para poder sobrellevar la adversidad.
Aun cuando estaban conscientes del error que cometieron, nunca dejaron de luchar por su vida y en el camino fueron encontrando el apoyo de muchas personas que apelaron por su salvación.
Simón, el menor de los hermanos, califica lo sucedido como un regalo de dios, una segunda oportunidad que piensa aprovechar al lado de su familia.
Por su parte José Regino, el primer pendiente que tiene en puerta atender es estar junto a su hija que esta marte 14 de mayo cumple 15 años, a quien dejó de ver apenas cuando la niña tenía 2 años.
Con la sonrisa en el rostro, después de once años de incertidumbre, hoy los hermanos Gonzalez Villarreal buscan una segunda oportunidad de vida y aseguran que esta vez será trabajando de manera legal.
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