Originaria del municipio de Lubbeek, en Bélgica, Suzanne
Hoylaerts, una mujer de 90 años, murió por coronavirus luego de que
rechazara usar un respirador artificial y pidiera que se lo dieran a pacientes
más jóvenes.
Fue desde mediados de marzo que Suzanne empezó a experimentar pérdida del apetito y
luego a tener otros síntomas, entre ellos a perder el aliento, fue llevada al
hospital, donde la diagnosticaron con
Covid-19, por lo que de inmediato fue aislada y aunque necesitaba de hacer uso de un respirador
artificial, se negó a recibirlo.
“No quiero usar la respiración artificial. Déjenla para los
pacientes más jóvenes. Ya he tenido una buena vida”, dijo a los médicos. Y
estos respetaron su decisión.
Dos días después de haber sido
ingresada en el hospital, Suzanne murió.
La hija de la víctima declaró que
para la familia aún es un misterio entender cómo su madre se contagió de
coronavirus, ya que ella vivía sola y se tomaba el aislamiento social muy en
serio.
Actualmente en Bélgica se han
registrado 13 mil 964 casos de coronavirus y 828 muertes.
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