Bekah King, Abi Roberts y Morgan Tabor, son tres jóvenes mujeres estadounidenses a las que el mismo hombre les cambió la vida; primero las lastimó mucho emocionalmente y luego se volvieron las mejores y más aventureras amigas.
Ellas sin conocerse compartían un increíble gusto por el viaje, la aventura y también el mismo novio. No se trataba de una relación poligámica, sino que él las engañaba a las tres sin que lo supieran.
Morgan Tabor fue quien tiró la primera ficha de dominó que desencadenó la historia: ella tenía hasta planes de comprar una casa y vivir con su novio, pero repentinamente sintió que había cosas que se sentían raras, por lo cual tras investigar por internet, dio con Abi Roberts.
Tras bucear en sus redes sociales, descubrió la página de otra mujer en VSCO, una aplicación de fotografía, inundada de fotos de ella y del novio de Tabor.
"No tengo palabras para describir la sensación que tuve al ver la foto de él con otra chica", dijo Tabor, que vive en Boise, Idaho, a CNN. "Pensé que me iba a casar con este tipo. Habíamos hablado de casas y de cómo sería nuestro matrimonio.
Se pusieron en contacto y juntas, encontraron a la tercera en discordia. Conversaron virtualmente durante seis horas. Cuando descubrieron la infidelidad, en lugar de pelearse entre ellas por el amor del susodicho o entrar en depresión, canalizaron sus energías en algo mucho mejor.
Tantas horas al habla sirvieron para descubrir que las tres chicas tenían mucho más en común que el mismo novio infiel. ¡Soñaban con descubrir parte del país en carretera! Así que pusieron manos a la obra, ahorraron y compraron un viejo autobús que renovaron. Lo bautizaron como BAM por las iniciales de sus nombres.
“Ya no hablamos de él. No forma parte de nuestras vidas. Hay mucho más a lo que aspirar”, dijo Tabor. “Está en el rincón de atrás de nuestras mentes. Hemos pasado al siguiente capítulo de nuestras vidas. Se trata de nuestra aventura, de nuestro crecimiento y de hacia dónde vamos ahora”.
El viaje, que empezó en junio pasado, arrancó en Idaho. Siguieron camino al este donde encontraron aguas termales y pararon en el Parque Nacional de Grand Teton, en Wyoming. También fueron al Parque Nacional de Yellowstone y ahora están Bozeman, Montana.
“Si tuviera una palabra para describir toda esta experiencia, sería surrealista”, dijo Roberts.
Las tres trabajan a distancia y se pagan esta aventura por su cuenta. No obstante, a veces reciben donaciones de desconocidos que las siguen por redes sociales y comparten la emoción de su aventura. Y aunque al inicio el viaje terminaría en noviembre, están considerando alargar la escapada.
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