Este co-terapeuta perruno de color café claro se integró al equipo de Psiquiatría, Paidopsiquiatría, Psicología y Neuropsicología de la institución, para atender o prevenir el Síndrome de Burnout o desgaste emocional y físico del personal de salud.
Con su traje de protección bien puesto, sus botitas amarillas, sus goggles y su careta, Harley El Tuerto, quien hace un año perdió su ojito derecho en un accidente, tiene la tarea de amortiguar el estrés cotidiano del personal de salud, que se encuentra en el frente de batalla contra la pandemia, cubriendo largas jornadas con el temor de contagiarse o contagiar a sus seres queridos.
En una entrevista con el periódico Excelsior, una doctora de dicho hospital explicó que este perrito es afable, es sociable, ecuánime, no se altera con facilidad, puede tolerar el contacto social, lo que lo hace ideal para que el personal médico pueda acariciarlo o cargarlo.
Harley comienza desde muy temprano sus actividades, desayuna algo y visita a los médicos que se encuentran en esta área, toma descansos y visita otras áreas del hospital, para así dar su apoyo también al personal que trabaja en las áreas críticas.
Este perrito está entrenado como coterapeuta integrándose al personal de psicología, paidopsiquiatría y neuropsicología para ayudar a combatir el síndrome de burnout entre el personal médico.
Con esta historia es fácil recordar a otros héroes de cuatro patas como la perrita Frida, que al igual que en el sismo del 2017, son de gran ayuda.
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